Como profesor o Papa, Francisco siempre rompe los protocolos

PERFIL dialogó con dos frailes franciscanos que compartieron con el Sumo Pontífice su paso por el Colegio Máximo San José.

Entre 1980 y 1986, Francisco fue rector del universitario Colegio Máximo San José, de la localidad de San Miguel. Allí también dejó un recuerdo a la vez de cercanía e inteligencia, de popularidad y profundidad. Daba las materias de Antiguo Testamento y Teología Pastoral.

PERFIL dialogó con dos frailes franciscanos que tuvieron trato con él. Uno es Michael Moore, homónimo del documentalista norteamericano. “El ahora Papa habla más con gestos que con palabras, eso hay que tenerlo en cuenta y ya empezó rompiendo el protocolo”, aseguró.

Sus gestos no siempre son ortodoxos: todavía hay algunos que recuerdan a Bergoglio limpiando ropa interior de futbolistas mientras los otros jugaban, un domingo. Moore se esperanza de que esto haga que la Iglesia sea “más abierta, desestructurada, cercana a la gente”.

Por su parte, Ramiro de la Serna recuerda que siempre estaba muy atento de qué le pasaba a las personas. Como su colega, cree que entre los candidatos era de las mejores opciones, junto con el cardenal de los Estados Unidos. “La fe tiene que servir como consuelo, no como ley. El cree eso y eso es admirable”, concluyó, también con esperanzas.