En Asís, Francisco leyó emotiva carta de un joven argentino discapacitado
Papa Francisco
El papa Francisco quiso proponer "algo personal" al leer durante su visita al Instituto Seráfico de Asís la carta de un adolescente discapacitado de Buenos Aires.
Es "una de las más bellas cartas que he recibido, un don de amor de Jesús", explicó el Papa, contando que se la escribió "Nicolás, un muchacho de 16 años, discapacitado desde el nacimiento, que vive en Buenos Aires".
La siguiente es la carta que el Papa unió al discurso oficial: "Querido Francisco: soy Nicolás y tengo 16 años. Como no puedo escribirte yo (porque todavía no hablo ni camino), pedí a mis padres que lo hagan en mi lugar, porque ellos son las personas que más me conocen".
"Te quiero contar que cuando tenía seis años, en mi colegio que se llama AEDIN (Asociación en Defensa del Infante Neurológico, NDR) el padre Pablo me dio la primera comunión, y este año, en noviembre, recibiré la confirmación, algo que me da mucha alegría", dice la carta.
"Todas las noches, desde que me lo pediste, le pido a mi ángel de la guardia -que se llama Eusebio y tiene mucha paciencia- que te cuide y te ayude. Puedes estar seguro de que lo hace muy bien porque me cuida y me acompaña todos los días.
Ah, y cuando no tengo sueño... viene a jugar conmigo". "Me gustaría mucho ir a verte y recibir tu bendición y un beso: ólo eso! Te mando muchos saludos y sigo pidiendo a Eusebio que te cuide y te dé fuerza. Besos. Nico".
"En esta carta, en el corazón de este muchacho, están la belleza, el amor, la poesía de Dios. Dios que se revela a quien tiene el corazón sencillo, a los pequeños, a los humildes, a quienes a menudo nosotros consideramos los últimos".
En diálogo con Télam, la mamá de Nicolás, Marisa Marasco, contó que la carta la escribió ella porque el joven -que sufrió de hidrocefalia al nacer y parálisis cerebral- no puede expresarse pero "tiene la capacidad de hacerse entender".
"Tengo la absoluta seguridad de que lo que escribí en la carta es lo que Nico siente y piensa, porque para las mamás es fácil percibir lo que el hijo siente", contó Marisa todavía emocionada y reveló que -entre los balbuceos que el chico empezó a pronunciar- dice claramente "papa" y "no por su padre sino por Francisco".
Nicolás se atiende en la Asociación en Defensa del Infante Neurológico- en el barrio porteño de Colegiales- la institución más prestigiosa del país para chicos con patologías neurológicas, y la familia vive en Floresta.
En la carta, la familia cuen ta que Nicolás recibió este año su primera comunión y que en noviembre recibirá el sacramento de la confirmación.
"Todas las noches, desde que me lo pediste, le pido a mi ángel de la guardia -que se llama Eusebio y tiene mucha paciencia- que te cuide y te ayude. Me gustaría mucho ir a verte y recibir tu bendición y un beso: ólo eso. Te mando muchos saludos y sigo pidiendo a Eusebio que te cuide y te dé fuerza. Besos. Nico", concluye.
Tras leerla, el papa Francisco dijo en Asís que "en esta carta, en el corazón de este muchacho, están la belleza, el amor, la poesía de Dios" y añadió: "ese Dios que se revela a quien tiene el corazón sencillo, a los pequeños, a los humildes, a quienes a menudo nosotros consideramos los últimos".
Es "una de las más bellas cartas que he recibido, un don de amor de Jesús", explicó el Papa, contando que se la escribió "Nicolás, un muchacho de 16 años, discapacitado desde el nacimiento, que vive en Buenos Aires".
La siguiente es la carta que el Papa unió al discurso oficial: "Querido Francisco: soy Nicolás y tengo 16 años. Como no puedo escribirte yo (porque todavía no hablo ni camino), pedí a mis padres que lo hagan en mi lugar, porque ellos son las personas que más me conocen".
"Te quiero contar que cuando tenía seis años, en mi colegio que se llama AEDIN (Asociación en Defensa del Infante Neurológico, NDR) el padre Pablo me dio la primera comunión, y este año, en noviembre, recibiré la confirmación, algo que me da mucha alegría", dice la carta.
"Todas las noches, desde que me lo pediste, le pido a mi ángel de la guardia -que se llama Eusebio y tiene mucha paciencia- que te cuide y te ayude. Puedes estar seguro de que lo hace muy bien porque me cuida y me acompaña todos los días.
Ah, y cuando no tengo sueño... viene a jugar conmigo". "Me gustaría mucho ir a verte y recibir tu bendición y un beso: ólo eso! Te mando muchos saludos y sigo pidiendo a Eusebio que te cuide y te dé fuerza. Besos. Nico".
"En esta carta, en el corazón de este muchacho, están la belleza, el amor, la poesía de Dios. Dios que se revela a quien tiene el corazón sencillo, a los pequeños, a los humildes, a quienes a menudo nosotros consideramos los últimos".
En diálogo con Télam, la mamá de Nicolás, Marisa Marasco, contó que la carta la escribió ella porque el joven -que sufrió de hidrocefalia al nacer y parálisis cerebral- no puede expresarse pero "tiene la capacidad de hacerse entender".
"Tengo la absoluta seguridad de que lo que escribí en la carta es lo que Nico siente y piensa, porque para las mamás es fácil percibir lo que el hijo siente", contó Marisa todavía emocionada y reveló que -entre los balbuceos que el chico empezó a pronunciar- dice claramente "papa" y "no por su padre sino por Francisco".
Nicolás se atiende en la Asociación en Defensa del Infante Neurológico- en el barrio porteño de Colegiales- la institución más prestigiosa del país para chicos con patologías neurológicas, y la familia vive en Floresta.
En la carta, la familia cuen ta que Nicolás recibió este año su primera comunión y que en noviembre recibirá el sacramento de la confirmación.
"Todas las noches, desde que me lo pediste, le pido a mi ángel de la guardia -que se llama Eusebio y tiene mucha paciencia- que te cuide y te ayude. Me gustaría mucho ir a verte y recibir tu bendición y un beso: ólo eso. Te mando muchos saludos y sigo pidiendo a Eusebio que te cuide y te dé fuerza. Besos. Nico", concluye.
Tras leerla, el papa Francisco dijo en Asís que "en esta carta, en el corazón de este muchacho, están la belleza, el amor, la poesía de Dios" y añadió: "ese Dios que se revela a quien tiene el corazón sencillo, a los pequeños, a los humildes, a quienes a menudo nosotros consideramos los últimos".
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